Hoy en día las empresas son parte de nuestra vida diaria y es muy difícil evitar estar vinculado a alguna en cierto grado. Si bien algunas empresas han contribuido al progreso mundial y a beneficiar a las personas, también es innegable que múltiples empresas son responsables de diversos impactos negativos, entre ellos graves daños al ambiente y a los derechos humanos.
Actualmente, la relación entre la actividad empresarial y el respeto a los derechos de las personas es indivisible.
Es por ello que la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce que las empresas tienen la obligación de respetar los derechos humanos. En 2011, el Consejo de Derechos Humanos de ese organismo internacional aprobó los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, 31 en total; luego y para promover su cumplimiento, creó un Grupo de Trabajo específico sobre el tema. Si bien los Principios Rectores deberían ser obligatorios y más estrictos para garantizar la efectiva protección de los derechos humanos y del ambiente, constituyen un referente mínimo para que las empresas cumplan con su obligación.
En esta semana, en Santiago de Chile, la ONU realiza una consulta sobre cómo las empresas deberían respetar los derechos humanos. El liderazgo de América Latina ha sido clave en el desarrollo del tema. “Fueron los países de América Latina que levantaron ante las Naciones Unidas el tema del impacto de las empresas en los derechos humano”, ha resaltado el Presidente en Turno del Grupo de Trabajo. En contraste, en la región se registran los mayores impactos por parte de las empresas, incluyendo los relacionados con riesgos para las personas que defienden los derechos humanos.
Para entender de forma más sencilla qué implican los Principios Rectores en la práctica, comparto una lista de 10 preguntas sencillas orientada a saber si cualquier empresa —aquella que diriges, en la que trabajas o donde comprar algún producto o servicio— respeta los derechos humanos.
Vale la pena aclarar que la siguiente lista no pretende ser una evaluación exhaustiva del cumplimiento de los Principios Rectores de la ONU, ni abarcar todas las obligaciones que las empresas tienen, sin importar su sector. Ello requiere un análisis más profundo. La intención de estas preguntas sencillas es más bien entender cómo los principios se aplican en la práctica y qué tipo de acciones están vinculadas al respeto de los derechos humanos.
Responder a las preguntas anteriores puede ayudarnos a entender cuáles son y qué implican las obligaciones de las empresas con relación a los derechos humanos. Si la respuesta a una o más de ellas fue negativa, es muy probable que la empresa en cuestión esté violando derechos humanos e ignorando los Principios Rectores de la ONU. Sería útil que revise esos principios y, con base en ellos, elabore un plan de acción efectivo.
Respetar los derechos humanos es un imperativo moral y una exigencia legal. Puede además contribuir a que un negocio disminuya costos y riesgos.
Te invito a hacer el test con tu empresa y a compartir los resultados. ¡Muchas personas tenemos interés en conocerlos!
Si quieres conocer más del tema, aquí puedes encontrar mayor información.