
CIDH alerta sobre violaciones a derechos humanos en Guatemala por contaminación en la cuenca del río Motagua
Mario Winter
Washington D.C. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió en su informe Situación de los Derechos Humanos en Guatemala que la cuenca del río Motagua enfrenta una severa crisis de contaminación que ha generado impactos profundos en la biodiversidad y vulneraciones sistemáticas a los derechos humanos de comunidades locales, incluido el pueblo maya poqomam.
La Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) expresa su preocupación y hace un llamado a adoptar acciones urgentes ante las conclusiones del informe de la CIDH, resultado de la visita realizada por el organismo a Guatemala en julio de 2024.
Durante su visita, la CIDH constató que los ríos del municipio de Chinautla "pasaron a ser conductos contaminados de residuos y desechos que desembocan en el río Motagua". El organismo señala que dichos vertidos se realizan "sin pasar por una planta de tratamiento", lo que incrementa la presencia de sustancias contaminantes y agrava la crisis ambiental.
El informe, presentado esta semana, advierte que la contaminación del agua, la inexistencia de controles ambientales y la operación irregular de empresas extractivas en la zona amenazan derechos fundamentales como el derecho al agua, el derecho a un medio ambiente sano, la salud e integridad de las comunidades, así como los derechos territoriales del pueblo indígena poqomam.
Los hallazgos sobre Chinautla se enmarcan en la degradación general de la cuenca del río Motagua, considerada la más importante de Guatemala. Según la CIDH, la cuenca enfrenta contaminación severa por aguas residuales, agroquímicos, deforestación y desechos sólidos. Además, estima que el Motagua vierte cada año unas 20 mil toneladas de plástico al mar Caribe, siendo así en uno de los ríos que más contaminación plástica aporta al océano a nivel mundial.
El organismo subraya, asimismo, la urgencia de que Guatemala apruebe una Ley de Aguas que reconozca el agua como un bien común y garantice su gestión "de manera equitativa, sostenible y participativa, desde un enfoque integral de derechos humanos".
AIDA se suma a este llamado al considerar que dicha normativa es esencial para garantizar el acceso al recurso hídrico, fortalecer la gestión integral de los desechos sólidos y mejorar el marco legal para el tratamiento de aguas residuales. Estas medidas son clave para avanzar en la restauración de cuencas hidrográficas estratégicas, como la del río Motagua.
"Las conclusiones de la CIDH deben convertirse en un punto de inflexión que reconozca la necesidad de abordar integralmente la gestión de los recursos hídricos como un bien común y un derecho humano en Guatemala y América Latina", afirma Bryslie Cifuentes, abogada de AIDA. "Esto implica además incorporar medidas de protección ambiental y de adaptación a la crisis climática, así como garantizar la participación efectiva de los pueblos indígenas en las decisiones que afectan sus territorios y fuentes de agua".
"Si bien el informe de la CIDH evidencia la profunda crisis institucional que pone en riesgo la gobernabilidad y el Estado de Derecho, es necesario destacar que sus efectos trascienden lo político, pues impactan directamente derechos esenciales como el acceso al agua y saneamiento, la salud y un medio ambiente sano", concluye la abogada.
Consulta el informe completo de la CIDH