En una serie de dos seminarios virtuales organizados por AIDA, expertos y expertas desvirtuaron el argumento que promueve el extractivismo como solución a la crisis económica generalizada derivada de la pandemia.
En el contexto de la contingencia sanitaria, gobiernos de América Latina han apoyado propuestas para expandir y fortalecer el extractivismo minero y energético como salida a la caída de la economía, ignorando la discusión sobre los costos económicos y socioambientales que las actividades extractivas implican en el mediano y largo plazo.
El apoyo gubernamental se ha traducido en algunos casos en intentos por flexibilizar y/o agilizar los procedimientos para autorizar proyectos mineros y de hidrocarburos, pasando por alto la obligación legal de consultar y obtener el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades afectadas.
En los dos seminarios web, especialistas en el tema explicaron en detalle los verdaderos costos del extractivismo, evidenciando que apostar por iniciativas de ese tipo en la coyuntura actual está lejos de ser la mejor alternativa.
El panel de expertos y expertas incluyó a Eduardo Gudynas, investigador del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES); Natalia Greene, presidenta del Comité Ecuatoriano para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente (CEDENMA); Fernanda Hopenhaym, socióloga especializada en estudios latinoamericanos y Codirectora Ejecutiva de PODER; y a Luis Álvaro Pardo, economista y periodista, especializado en Derecho Minero Energético y Derecho Constitucional.
