Por Haydée Rodríguez, asesora legal de AIDA
Vivimos en una época de creaciones virtuales. Tenemos realidad virtual, universidades, conferencias y hasta mascotas virtuales. No es sorprendente entonces que el término “agua virtual” sea utilizado con más frecuencia. Pero ¿qué significa y qué tiene que ver con nuestro día a día?
Agua virtual se define como la cantidad de agua necesaria para crear determinado producto. Esta estimación toma en cuenta el volumen de agua consumida y contaminada en las diferentes etapas del proceso de producción. Naciones Unidas estima que el requerimiento de agua diario por persona es de 2 a 4 litros. Sin embargo, se requieren de 2,000 a 5,000 litros para elaborar la comida diaria de una persona.
The Virtual Water Project hizo estimaciones del agua virtual necesaria para muchos de los productos que consumimos a diario. Incluso es posible descargar una aplicación para realizar esos cálculos desde nuestros teléfonos móviles. A continuación algunos de los datos que más llaman mi atención:
El cálculo del agua virtual permite también medir nuestra huella hídrica. La huella hídrica de una persona, una actividad económica o un país es la suma del agua virtual que se utilizó para generar todos los productos y servicios. Para un país, la fórmula incluye el agua utilizada para usos domésticos e industriales internos, y el agua que se usa en otros países para producir los bienes y servicios importados y consumidos por sus habitantes.
El mapa anterior muestra la huella hídrica por países a nivel mundial (puede consultar los datos de cada país aquí). Es interesante observar que países desarrollados como Canadá tienen un nivel elevado de producción e importaciones y una huella hídrica muy alta. No obstante, según el mapa de disponibilidad hídrica de Naciones Unidas, no todos esos países sufren de escasez de agua. En general, ello se debe a que productos altamente demandantes de agua son importados y no producidos localmente; generando así mayor presión en países que sufren de estrés hídrico: alta demanda de agua con poca disponibilidad del recurso por escasez o contaminación.
También es posible calcular la huella hídrica de inpiduos con base en características sociales y patrones de consumo. Si quiere calcular la suya, puede ingresar sus datos en este link.
Conocer el concepto de agua virtual y de huella hídrica es importante para promover una mayor información y transparencia respecto de los productos que consumimos. De ese modo, podemos cambiar nuestros hábitos, optar por productos más sostenibles y con un bajo contenido de agua virtual. Siempre podemos preguntarnos qué hay detrás de los jeans que queremos, pero que quizás no necesitamos.
Ambos conceptos son además imprescindibles para diseñar cualquier estrategia orientada a la protección del agua y la disminución de impactos en los ecosistemas acuáticos. Los países deberían tomar en cuenta el agua virtual de los productos importados y exportados en los planes de manejo de recursos hídricos.
Aún hay mucho que aprender en este campo. El agua virtual proveniente de acuíferos o páramos puede tener mayor valor e impacto para las poblaciones y ecosistemas asociados que aquélla proveniente de aguas superficiales. Para tener una mejor idea de la presión que ejercemos sobre el recurso hídrico deberíamos incorporar en la medición del agua virtual el valor económico de los servicios ambientales que ofrecen las diferentes fuentes.
El agua virtual es una herramienta para conocer el impacto que tenemos en los recursos naturales. El agua, más allá de lo que podemos ver, está presente en todas nuestras actividades y decisiones. Actuar para proteger nuestras fuentes de agua y tomar decisiones informadas puede garantizar el derecho humano de acceso al agua de muchas personas en el mundo.