Nuestro océano están colapsando en todo el sentido de la palabra. En los últimos 100 años, hemos sobreexplotado y contaminado los tan preciados y productivos ecosistemas marinos y costeros que tenemos a nuestro alcance. Ahora, el cambio climático está generando su propio conjunto de problemas marinos. Sin embargo, existen historias esperanzadoras y exitosas que nos sugieren que podemos dar un giro al problema si actuamos a tiempo.
AIDA se ha comprometido a convertir la pesca sostenible en una realidad, así como a contribuir a restaurar y proteger las costas marinas del continente americano. Para cumplir este compromiso, necesitamos apoyar el fortalecimiento de los gobiernos y de las leyes y reglamentos que protegen la biodiversidad marina y costera.
Herramientas para la Pesca Sostenible, una publicación de AIDA, proporciona un guía del camino a seguir para hacerle frente a este reto. La guía explica los muchos problemas que existen en nuestros mares y provee herramientas específicas en materia legal, científica y económica para un manejo más sostenible de nuestros recursos marinos y costeros. Los funcionarios de gobierno y los legisladores pueden emplear esta información para desarrollar, mejorar y hacer más efectivas las leyes y reglamentos nacionales sobre biodiversidad marina.
El primer capítulo de esta publicación analiza la situación actual de los mares a través del estudio de las causas que provocan el agotamiento de las pesquerías. Entre las principales se encuentran la pesca excesiva, la falta de reglamentación y el abuso de la tecnología. Continúa con un recorrido por los distintos instrumentos legales internacionales vigentes que establecen obligaciones de los Estados para la protección y conservación de los mares y de su biodiversidad.
Se concluye que las medidas preventivas y de control actuales no han sido suficientes para disminuir la afectación de estos recursos. El avance en el deterioro de las pesquerías es tan rápido que es posible que ocurran nuevos colapsos de pesquerías comerciales en varias regiones del mundo. Por tanto, queda en manos de los tomadores de decisiones, los consumidores y los mismos pescadores implementar medidas más eficientes (presentadas en los siguientes capítulos) para evitar que se repitan situaciones tan graves como los ejemplos que se desarrollan en este capítulo inicial.
En el capítulo se aborda el tema de los ordenamientos pesqueros, cuya existencia en la mayoría de los países es una herramienta importante para controlar las actividades pesqueras, aunque no constituye la única respuesta al declive de las pesquerías. Tras definir el término, se habla de las medidas de ordenación y de su clasificación: técnicas, controles de insumo o esfuerzo y de producto o captura.
A continuación, se menciona los planes de ordenación como aquellos que reúnen en un solo instrumento los elementos mencionados anteriormente. Se toca además el contenido de dichos planes, el procedimiento para su diseño y algunos aspectos destacados del mismo.
Este capítulo también hace mención a la necesidad de contar con registros actualizados periódicamente de los permisos de pesca otorgados como requisito para un manejo sostenible. Concluye que la apremiante situación de las pesquerías debe obligar a los Estados a ordenarlas para garantizar su recuperación y disponibilidad para las generaciones futuras.
Este capítulo describe y analiza de manera puntual los distintos instrumentos regulatorios que se usan para controlar el esfuerzo pesquero en distintas partes del mundo. Éstos incluyen programas para reducir licencias vigentes de barcos, programas para decomisar barcos, programas de reentrenamiento de pescadores, y programas de reducción del tiempo de lance.
Asimismo, plantea las medidas que se deben tomar en cuenta para que estos programas cumplan con sus objetivos. De igual manera, incluye ejemplos de programas específicos diseñados e implementados en otros países para que sean de utilidad a quienes estén interesados en el diseño de cualquier programa.
Aquí se estudian las medidas que se implementan para ejercer control sobre las capturas pesqueras. Entre ellas están las llamadas “tradicionales” que incluyen las licencias y tarifas para las actividades pesqueras, la determinación de cuotas máximas de captura, el establecimiento de temporadas de pesca para especies determinadas (vedas); y el tamaño mínimo de los ejemplares de las especies comerciales, así como de las que se encuentran bajo protección o manejo especial.
Estas herramientas han sido regularmente aplicadas en persos países para controlar las capturas, por ello se incluyen ejemplos de los casos en que se han implementado estos métodos como muestra de las múltiples opciones existentes.
También se describen en este capítulo métodos “alternativos" que los Estados pueden implementar para controlar las capturas y lograr que las actividades pesqueras sean sostenibles. Dentro de estas opciones merecen particular atención los mecanismos de control de la pesca incidental, considerando su importancia en la conservación de las especies marinas; y las Cuotas Indiviuales de Pesca (CIP), que son el método más moderno de control de capturas.
El presente capítulo analiza el fenómeno de la pesca incidental, responsable de gran parte del deterioro de la biodiversidad marina a nivel mundial. En razón de que la mayoría de los métodos de pesca modernos no discriminan entre las especies objetivo de las que no lo son, muchos recursos se pierden al ser capturados de manera incidental, incluyendo peces, mamíferos marinos y aves, entre otros.
El capítulo comienza por describir las diferentes artes de pesca disponibles, haciendo referencia al peligro que cada una implica para la pesca incidental. Posteriormente, hace un recorrido por las diferentes medidas de protección existentes, incluyendo ejemplos de la forma en que diferentes países le han hecho frente al problema. Se explica finalmente que lo más recomendable es optar por una combinación de medidas que dé como resultado el mejor escenario posible.
Este capítulo analiza las herramientas de ordenamiento y manejo costero como una forma de protección efectiva de las zonas costeras y de los mares. Las zonas costeras son especialmente vulnerables a los conflictos de competencia por el uso y asignación de los recursos marino-costeros debido a la diversidad de actividades y ecosistemas que coexisten en ellas.
Presenta además el Manejo Costero Integrado (MIC) como un proceso continuo y dinámico entre la comunidad, la ciencia y el Estado para implementar planes integrados de protección y desarrollo de los recursos costeros. Incluye ejemplos de MIC en Perú, Belice, México, Colombia, Costa Rica y la Unión Europea. El tema es complementado con la gestión basada en el ecosistema y ejemplos de gobernanza de los espacios y recursos marinos en Antártica y alta mar. El capítulo concluye que para lograr un ordenamiento efectivo y sostenible de nuestros mares se debe integrar los componentes biofísicos, sociales, económicos y de planificación con visión de largo plazo.
Este capítulo contiene la definición de Áreas Marinas Protegidas (AMP) y explica sus beneficios como herramienta de conservación. Menciona además las categorías de AMP conforme a los ecosistemas protegidos y a las clasificaciones de organismos internacionales como UNESCO y la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza. También se enumeran los problemas y soluciones que guardan relación con la delimitación del tamaño de las AMP; con las acciones de monitoreo, inspección y vigilancia; y con el financiamiento presente y futuro de estas áreas.
Como casos de estudio, se describe el tratamiento de las AMP en la legislación y política pública de México, Costa Rica y Brasil. El capítulo incluye medidas de protección de los recursos en alta mar mediante AMP transnacionales y finaliza abordando la diferencia entre áreas protegidas cerradas a la pesca y reservas pesqueras.
En el capítulo se describen las acciones de monitoreo, control y vigilancia en diversos países. Se indica que las mismas son necesarias para verificar el cumplimiento de la normatividad y determinar la eficacia de ésta. El monitoreo es importante para recolectar información de las pesquerías para la toma de decisiones.
Adicionalmente, se aborda el tema de las sanciones. Es preciso contar con la legislación necesaria en materia administrativa y penal que permita sancionar y prevenir conductas que atenten contra la sostenibilidad de las pesquerías y la biodiversidad marina, se lee en el texto. El capítulo enfatiza la necesidad de un trabajo coordinado entre los diferentes sistemas de gobierno y/o países para conseguir un mayor cumplimiento de la norma.
Aquí se analizan los principales instrumentos económicos para la pesca responsable, las cuales —aplicadas y diseñadas de manera eficiente— pueden promover la protección, restauración, preservación y aprovechamiento sostenible de los recursos marinos. Al estar inmersa en las dinámicas del mercado, la actividad pesquera es especialmente susceptible a la aplicación de instrumentos e incentivos económicos.
El capítulo habla de tres categorías de instrumentos económicos: de mercado (certificación de pesca y ecoetiquetado), fiscales (impuestos verdes, derechos y subsidios) y financieros (creación de fondos y préstamos). Para cada categoría, explica el concepto del instrumento y su aplicación práctica mediante ejemplos. La última sección del capítulo examina otros incentivos económicos como sanciones y multas que buscan promover conductas positivas en la población.
El capítulo finaliza con una serie de recomendaciones para la efectiva aplicación de los instrumentos económicos. Entre ellas figura estudiar la realidad económica y social para establecer metas ambientales positivas, y aplicar estos instrumentos de manera conjunta con otras herramientas de políticas y vigilancia.
En este capítulo, AIDA presenta un análisis sobre la acuicultura en la región americana: sus impactos, riesgos para la salud de las personas y métodos alternativos de la actividad. Todo ello se realiza incorporando ejemplos de distintos países de la región americana y del mundo como ilustración de lo que funciona y lo que no ha sido exitoso.
Brindamos información detallada sobre los impactos dañinos de la acuicultura sobre el medio marino, las poblaciones silvestres, la economía de pobladores locales y aún los riesgos en la salud pública. Hablamos también de los requisitos mínimos que existen para desarrollar esta actividad reduciendo impactos. Entre ellos mencionamos la adecuada zonificación de los proyectos y especies a cultivar, técnicas apropiadas de alimentación y eliminación de desechos y el monitoreo y vigilancia de los proyectos por parte de los Estados, entre otros.
Adicionalmente, explicamos técnicas novedosas como el policultivo, el cultivo en tierra firma y la certificación ecológica. Todas ellas están siendo investigadas como posibilidad alternas con menos impactos ambientales y humanos.
El presente capítulo se enfoca en los aspectos socio-ambientales del sector pesquero, el cual es crucial para una parte importante de la población mundial en términos de generación de empleo, seguridad alimentaria y potencial de superación de pobreza. Comienza analizando la situación actual en la que se encuentra el sector, advirtiendo la pobreza que le rodea y las duras condiciones laborales de las personas que trabajan en la pesca.
Se hace un llamado a hacerse cargo de esta grave situación mediante políticas pesqueras que impulsen un verdadero cambio. Así, se discuten diferentes alternativas de medidas, ejemplificadas con experiencias reales a lo largo del planeta, destacando su éxito o fracaso y extrayendo lecciones aprendidas.
Agradecemos a todas las personas que de una u otra forma han contribuido a esta publicación con sus conocimientos y experiencia en el tema. Reconocemos en especial el apoyo de Rolando Castro, miembro de la Junta Directiva de AIDA; Sofía Cortina, Isabel Calle, Samantha Namnum, Gladys Martinez, Sandra Moguel, Florencia Ortúzar, María Giménez, Mónica Ribadeneira, John Kaltenstein y Phil Eager, Haydée Rodríguez, Víctor Quintanilla, Clarissa Castillo, Diego Alvarez, abogados y abogadas expertas en temas de conservación marina; y a todos los pasantes que nos han ayudado a que esto sea posible.
Y gracias a Anna Cedestav y Astrid Puentes, Codirectoras Ejecutivas de AIDA.