La degradación ambiental afecta a personas y comunidades de formas diversas. La contaminación tóxica ocasiona problemas de salud, las grandes represas desplazan a comunidades enteras, la minería y el fracking destruyen fuentes de agua de las que dependen pueblos y ciudades. AIDA ha sido pionera en emplear leyes internacionales de derechos humanos para proteger recursos ambientales. También hemos fortalecido el derecho internacional para precautelar los derechos humanos de los abusos provenientes de la destrucción del ambiente.