(traducción no oficial del inglés)
Excelencia,
Hoy mientras escribo, los derechos humanos están bajo la amenaza de una fuerza que desafía los cimientos de toda vida en el planeta que compartimos.
Los hallazgos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático en su informe especial acerca del Calentamiento Global de 1.5oC, no podrían ser más claros. El cambio climático ya está afectando la vida de las personas, el disfrute efectivo de sus derechos, y los ecosistemas de los que todos dependemos. Preservar el futuro de la humanidad previniendo los peores impactos del cambio climático, requiere que la comunidad internacional trabaje conjuntamente para tomar ahora mismo medidas climáticas eficaces, ambiciosas, urgentes, y basadas en los derechos humanos.
El próximo mes, en Katowice, Polonia, los Estados y otras partes interesadas se reunirán para finalizar una serie de decisiones críticas sobre el programa de trabajo del Acuerdo de Paris 2015 en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Estas decisiones regirán la acción climática bajo el Acuerdo de Paris para el futuro indefinido.
Es fundamental que el resultado de la COP24 en Katowice se base en compromisos concretos para defender la dignidad y los derechos humanos, a fin de cumplir con el legado y el propósito del Acuerdo de París, así como con los esfuerzos mundiales para alcanzar el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza extrema.
También debemos ver más allá de la COP24 para la implementación del Acuerdo de Paris en los años venideros. En el transcurso de los próximos dos años, muchos gobiernos tendrán la posibilidad de presentar y/o actualizar sus primeras contribuciones determinadas a nivel nacional. Esto le da a su gobierno la oportunidad de fortalecer los compromisos reflejados en su contribución inicial prevista. Estoy haciendo un llamado a todas las autoridades que consideren con urgencia este movimiento. Sabemos que la suma total de las contribuciones aportadas y determinadas por los Estados actuales a nivel nacional, nos ubican en aproximadamente 3oC de calentamiento, más del doble del objetivo que la comunidad internacional acordó alcanzar mediante esfuerzos hace tres años en París.
Las consecuencias de este grado de cambio climático son impensables. Naciones enteras, ecosistemas, pueblos y modos de vida, podrían simplemente dejar de existir. E incontables vidas serán dañadas irreparablemente, empezando por aquellos quienes ya enfrentan discriminación por su género; por su estatus económico; por ser miembros de grupos indígenas o minorías; por ser migrantes, o desplazados internos; por su edad; o porque son personas con discapacidades.
Los Estados tienen una obligación de derechos humanos para asegurar que quienes sean afectados por el cambio climático, particularmente aquellos en condiciones de vulnerabilidad, tengan acceso a recursos efectivos y los medios de adaptación necesarios para disfrutar la vida dignamente. También tienen la obligación de fortalecer sus compromisos de mitigación para prevenir los peores impactos de cambio climático. Para alcanzar estos objetivos, los Estados deben trabajar individual y colectivamente para regular las emisiones de gases de efecto invernadero, movilizar recursos adecuados para la mitigación y adaptación al cambio climático, y garantizar la significativa participación de todas las personas en la acción climática.
Estoy profundamente comprometida con la lucha por defender los derechos de millones de personas amenazadas por el cambio climático, ahora y en los años venideros. Mi Oficina brindará todo el apoyo posible a los Estados miembros en la negociación e implementación de las acciones climáticas basadas en los derechos humanos, en esta crítica lucha.
En este sentido, mi Oficina está lista para brindar orientación sobre una serie de medidas cruciales para la protección de los derechos humanos en la acción climática, si eso fuera útil.
Continuaremos trabajando con los gobiernos y otras partes interesadas para promover la acción climática y un resultado de la COP24 que beneficie tanto a las personas como al planeta.
Por favor su Excelencia, reciba mi más alta consideración.
Michelle Bachelet
Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Misiones permanentes para las Naciones Unidas
En Ginebra y Nueva York.