Los pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe han sido actores esenciales en la protección de la naturaleza, de ecosistemas clave y, en suma, de la vida de todos los seres que habitamos el planeta.
Al mismo tiempo, han sufrido históricamente discriminación, exclusión y la violación de sus derechos, viendo amenazada su supervivencia.
En el contexto actual de crisis sanitaria global por la pandemia COVID-19, la vulnerabilidad de estos pueblos en la región se ha incrementado de manera preocupante debido a la falta de acceso a sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales; la ausencia de medidas de respuesta diferenciadas; y la flexibilización de los procesos ambientales y de participación.
Proteger a las comunidades étnicas para que la pandemia no amenace su vida e integridad es un deber moral e histórico y una obligación internacional de todos los Estados. Por ellos resaltamos cinco medidas que los Estados pueden y deben adoptar para proteger inmediatamente a estos grupos vulnerables.
