Brasil debe responder por violaciones de derechos humanos | Interamerican Association for Environmental Defense (AIDA) Skip to content Skip to navigation
12 de Julio de 2018

¡Lo hicimos! Nos llena de orgullo decir que recientemente presentamos los argumentos finales en nuestro caso contra Brasil ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

En ellos, demostramos los daños que Belo Monte ha causado a comunidades indígenas y tradicionales, y a residentes de Altamira, la ciudad más próxima a la represa. Estamos trabajando por ellos: para llevar al gobierno de Brasil ante la justicia.

“Las violaciones de derechos humanos son algo cotidiano para quienes somos afectados por la represa”, explicó Antônia Melo, coordinadora del Movimiento Xingú Vivo Para Siempre, colectivo ciudadano creado para enfrentar la implementación de la hidroeléctrica. “Es urgente que nuestra petición ante la Comisión avance para sancionar al gobierno y garantizar nuestros derechos”.

Nosotros argumentamos que los daños a comunidades locales resultaron de una falta grave de previsión y de una evaluación adecuada de impactos ambientales, así como del incumplimiento de las condiciones de operación establecidas por el gobierno.

Los riesgos denunciados antes de la construcción de la represa se han convertido en daños de largo plazo. Muchos de ellos han afectado de forma distinta a hombres y mujeres, personas jóvenes y ancianas.

Nuestro informe documenta el desplazamiento de comunidades indígenas y tradicionales, forzadas a dejar sus territorios sin alternativas adecuadas, poniendo en riesgo su sobrevivencia cultural.

Entre las poblaciones afectadas están comunidades dedicadas a la pesca, quienes no han sido compensadas por la pérdida de sus medios de sustento. La represa ha causado la muerte masiva de peces y, aunque las autoridades han impuesto multas millonarias, el informe demuestra que el problema de fondo no ha sido resuelto. Las comunidades locales ahora tienen un uso limitado del río Xingú como fuente de alimento, sustento, transporte y diversión.

También identificamos, entre otros daños serios, la pérdida de oficios tradicionales, como los de ladrilleros y carreteros, y de prácticas culturales tradicionales. Las mujeres, por ejemplo, han dejado de dar a luz en sus casas y ahora deben ir a un hospital, una realidad que ha empeorado drásticamente debido a la saturación de los servicios de educación y salud en Altamira a causa del reciente aumento poblacional.

Nuestro caso está ahora en manos de la Comisión.

La Comisión elaborará su propio informe, concluyendo si hubo o no violaciones de derechos humanos a causa de la represa Belo Monte. De establecer que sí hubo, la Comisión puede emitir recomendaciones para su remediación.

Si Brasil no responde a ellas, el caso puede ser remitido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que tiene la facultad de emitir un fallo condenando a Brasil.

La presentación de este informe nos acerca —y sobre todo a las comunidades que representamos— a lograr justicia por los muchos errores cometidos en nombre de la represa Belo Monte y del desarrollo energético en la Amazonía.

 

Sobre el Autor

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Marcella Ribeiro d'Ávila Lins Torres

Marcella Ribeiro d'Ávila Lins Torres es brasileña y abogada sénior del Programa de Derechos Humanos y Ambiente de AIDA, trabajando desde Brasil. Es licenciada en Derecho por la Universidad Federal de Paraíba, tiene un máster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos de la Universidad de Notre Dame y un diploma en Abogacía para ONG por el Advocacy Hub. Se especializó en derechos económicos, sociales, culturales y ambientales; sistemas internacionales de derechos humanos y justicia climática. Es muy versada en la práctica del derecho de los derechos humanos a través del litigio, la incidencia y las campañas. Además, es responsable en AIDA de la coordinación de varios casos y proyectos con comunidades tradicionales, pueblos indígenas y personas defensoras de los derechos humanos. Coordina el equipo brasileño, siendo responsable de identificar oportunidades para expandir el trabajo de AIDA en el país. Marcella es el punto focal de AIDA en el trabajo con personas defensoras y el vínculo entre los programas de Derechos Humanos y de Clima.

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