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Fortaleciendo la Protección Mediante el Sistema de Derechos Humanos de la ONU

Lo vemos una y otra vez. Industrias arrojan contaminantes tóxicos al aire. Operaciones de fracking contaminan el agua con químicos venenosos. Grandes represas inundan poblaciones y desplazan personas. Minas dañan tierras de cultivo. Personas pierden su salud, su trabajo, su acceso al agua, e incluso su hogar. Todos estos hechos violan derechos humanos básicos protegidos por normas internacionales.

Hacer cumplir la legislación sobre derechos humanos brinda otra estrategia efectiva para poner en la mira problemas causados por degradación ambiental. El Sistema de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ofrece varios mecanismos que AIDA usa para proteger derechos humanos —incluido el derecho a un ambiente sano— en América Latina.


Políticas públicas para cambio climático en América Latina

Por Andrea Rodríguez, asesora legal de AIDA, @arodriguezosuna, y Mónica Valtierra, voluntaria de AIDA Varsovia, Polonia. En un evento paralelo a la COP19, CANLA y PCL —dos de las redes climáticas más importantes de la región— expusieron sobre la actualidad, los avances, las necesidades y retos en materia de políticas nacionales para combatir el cambio climático en América Latina.   Daniel Ryan, de FARN, presentó un estudio comparado de distintos países de la región cuyo marco conceptual se basó en decisiones tomadas por agencias de gobierno, normas legales, metas y acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Los resultados del estudio dan cuenta que en América Latina existe un aumento significativo en la elaboración de políticas sobre cambio climático a nivel nacional, pero que persisten serias deficiencias en su implementación. De acuerdo con los reportes nacionales, ello se debe en gran parte a la falta de recursos y de capacidad del Estado para ejecutar planes y programas. Carlos Rittl, del Observatorio do Clima de Brasil, mencionó que ese país cuenta con una excelente red de monitorio de gases de efecto invernadero, lo que permite analizar las estrategias necesarias para reducir dichas emisiones. Para Brasil, añadió Rittl, es esencial abordar el tema del cambio climático debido a su vulnerabilidad ante las consecuencias del mismo: el país ha experimentado cambios de clima extremos. Según Rittl, Brasil tiene estrategias nacionales para combatir el cambio climático desde 2005, contando desde 2009 con una Estrategia Nacional para el Cambio Climático. Sin embargo, mencionó, uno de los retos más grandes es armonizar los marcos legales locales y coordinar con los distintos niveles de gobierno. Por último, Rittl señaló que el reto más importante para Brasil es mejorar los mecanismos de transparencia y acceso a la información. En el evento se habló de la necesidad de formar coaliciones políticas a nivel regional para conseguir el logro de objetivos generales ante los retos climáticos más importantes. Estos objetivos son los siguientes: integrar una agenda climática para el desarrollo de políticas sectoriales, posicionar las políticas sobre cambio climático en escenarios institucionales centrales, y construir coaliciones sociales y políticas más amplias. Sobre el caso mexicano, Mariana Castillo, del CEMDA, se refirió a los recientes avances que en materia de políticas de cambio climático implicó la puesta en vigor de la Ley General de Cambio Climático. Esa norma establece la estructura institucional mexicana para hacer frente a las necesidades del país de políticas tanto de adaptación como de mitigación. Además, plantea la creación de un Fondo Verde Nacional y del INECC: un instituto integrado por académicos, sociedad civil y gobierno para realizar investigaciones relacionadas con el cambio climático y  mejorar así las estrategias en ese ámbito. En el cierre del evento, la ambientalista Mónica Anaya dijo que al ser el cambio climático tan importante para América Latina, las actuales estrategias en la región necesitan renovarse y ser mejoradas pues no están funcionando. Apuntó asimismo a la urgencia de llevar adelante un proceso más democrático para tomar decisiones sobre lo que se está haciendo y alcanzar soluciones tangibles.

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Financiamiento para cambio climático: necesidades y expectativas

Por Andrea Rodríguez, asesora legal de AIDA, @arodriguezosuna, y Mónica Valtierra, voluntaria de AIDA Varsovia, Polonia. Al hablar de los recursos económicos necesarios para hacerle frente al cambio climático, la discusión en la plenaria de la COP19 se enfocó en tres temas: financiamiento a largo plazo, el reporte del Comité Permanente, y reporte del Fondo Verde Climático (FVC) a la COP. Financiamiento a largo plazo Filipinas. Remarcó que ese tipo de financiamiento es crucial para los países en desarrollo y que los acuerdos a los que se llegue en 2015 dependerán de qué tan lejos esas naciones estén dispuestas a llegar. Se necesita “claridad sobre la cantidad específica [de recursos] y las actividades a las que el financiamiento estará dirigido. Pero hasta ahora la situación se puede calificar como desastrosa”, expresó el delegado filipino. Egipto. Su delegado, a nombre del grupo africano, señaló que “los acuerdos de 2015 definitivamente dependerán de qué tan lejos se llegue en la administración de los fondos para el clima; la meta de alcanzar los 2°C y la movilización de los 100 mil millones de dólares son aspectos urgentes”. Unión Europea. Reafirmó el compromiso de movilizar fondos para el cambio climático con la esperanza de que el Fondo Verde Climático incremente su financiamiento en el tema de adaptación. Malpas. La delegación mencionó la necesidad de lograr un equilibrio entre el financiamiento que se otorga para mitigación y el que se concede para adaptación al cambio climático. Se trata de un tema esencial para los países en desarrollo, resaltó. Colombia. Su delegado urgió a que se trabaje de forma continua en el financiamiento para el cambio climático. Hasta ahora, considera, las acciones realizadas al respecto se encuentran estancadas. Contar con los 100 mil millones de dólares comprometidos para financiar acciones de mitigación y adaptación es una tarea también apremiante, agregó. Reporte del Comité Permanente Filipinas. El Comité tiene mucho trabajo por hacer, en especial en lo referente a temas de transparencia y acceso a la información, manifestó el delegado a nombre del G77. “Es necesario fortalecer los mecanismos de monitoreo, verificación y reporte antes del 2015” y que el tema del financiamiento adicional sea abordado en su totalidad, subrayó. Egipto. En la misma línea que Filipinas, esta delegación enfatizó la urgencia de brindar apoyo a los mecanismos de verificación, monitoreo y reporte. Bolivia. El delegado de ese país se refirió al acceso a los fondos, asunto que calificó como “piedra angular para abordar los impactos del cambio climático”. Se requiere para ello del apoyo de todos los países, añadió. Reporte del Fondo Verde Climático (FVC) a la COP Los co-presidentes del FVC dijeron que el mismo debe ser ambicioso e ir en aumento. Mencionaron además la importancia de lograr un balance entre los apoyos para mitigación y adaptación en la lucha contra el cambio climático, y de movilizar los recursos financieros antes de mediados de 2014. Al respecto, los países manifestaron lo siguiente: Filipinas. Existen muchas expectativas sobre el Fondo, indicó ese delegado. A tres años de la COP en Cancún, sostuvo, ya es tiempo de empezar a mover el dinero. Egipto. La movilización de fondos debe ser optimizada lo más pronto posible y el Fondo debe sosteniblemente concentrarse en financiamiento para el cambio climático, se señaló desde esa delegación. India. Según esa delegación, los acuerdos que se alcancen en 2015 dependerán del financiamiento para el clima que exista en ese momento. Se reiteró la idea del equilibrio entre mitigación y adaptación en torno al Fondo. Zambia. “Se debe colocar 50% de los fondos en adaptación”, los cuales deberían servir al mismo tiempo a programas de reducción de la pobreza en grupos vulnerables, expresó su delegado. Malpas. Sobre la importancia de movilizar los recursos financieros de manera rápida, ese delegado exhortó a que esos fondos estén disponibles antes de la COP20 en Lima. Uganda. Su delegado recordó a los presentes que el cambio climático no está esperando a que los recursos comiencen a movilizarse.

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La reducción de los HFC y las emisiones de metano

Por Andrea Rodríguez, asesora legal de AIDA, @arodriguezosuna, y Mónica Valtierra, voluntaria de AIDA Varsovia, Polonia. La reducción de hidrofluorocarbonos (HFC) y emisiones de metano tiene un enorme potencial en las acciones de mitigación del cambio climático en el marco del Protocolo de Montreal y —en particular— en lo relativo al desarrollo de tecnologías limpias enfocadas a reducir Gases de Efecto Invernadero de refrigerantes, aire acondicionado y parque vehicular. Así lo afirmó Mark W. Roberts, Consultor Sénior y Consejero de Política Internacional de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés) durante el evento Catalizando Acciones de Mitigación antes del 2020: Reducción de HFC y las emisiones de metano, realizado en el marco de la COP19 en Varsovia, Polonia. Recordó a los asistentes que los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC), como los HFC y el metano, permanecen en la atmósfera por hasta 15 años, pero tienen un Potencial de Calentamiento Global (PCG) mucho mayor al del CO2. De ese modo, dijo, las acciones para reducir estos contaminantes traerán beneficios climáticos a corto plazo. Como alternativas para dicha reducción, Roberts identifica el uso de amonios, hidrocarburos, formatos de metilo y otras tecnologías que involucren un uso sustentable del CO2. Propone además la implementación de procesos de fabricación alternativos para los aerosoles y materiales de fibra, el uso de polvo seco para los inhaladores de asma, y el uso de energía solar para aparatos de refrigeración y aire acondicionado. Los alcances del Protocolo de Montreal, destacó Roberts, incluyen la reducción de ocho billones de CO2 desde 1980: el equivalente a cinco veces el objetivo planteado por el Protocolo de Kioto entre 2008 y 2012. Los países de Norteamérica han propuesto enmiendas a Montreal, las cuales ayudarían a una reducción dramática en el consumo de HFC, añadió. Al respecto, la representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO por sus siglas en inglés) se refirió a la importancia de la implementación del Protocolo de Montreal en la reducción de los HFC. Sobre los mecanismos de financiamiento, mencionó que el Fondo para el Medio Ambiente (FMAM) puede ser una alternativa para los países en desarrollo sin acceso al Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal. Destacó también el papel de UNIDO en la promoción de tecnologías nuevas basadas en químicos amigables con el ozono y en la mejora de procesos de manufactura en países en desarrollo. Como ejemplo de lo último, citó un proyecto con 10 compañías en Filipinas, el cual logró reducir los HFC en 10%. Mencionó además que uno de los proyectos más importantes y de reciente lanzamiento de UNIDO es la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC), la cual busca no sólo disminuir las emisiones de HFC, sino también poner en la agenda la reducción de los CCVC. Por su parte, Markus Kurdziel, consultor de BMZ en Alemania, habló sobre los proyectos en los que participa el Gobierno alemán junto con instancias gubernamentales y del sector privado en temas relacionados con refrigerantes, aire acondicionado y producción de espuma. Dichos proyectos son parte del programa Proklima que cuenta con 40 países asociados y las siguientes áreas de acción: consultorías políticas, transferencia de tecnologías, investigación, desarrollo de subsidios, adaptación tecnológica, reducción de emisiones e implementación de estrategias bilaterales. Kurdziel mencionó el ejemplo de proyectos ejecutados en China e India con compañías privadas en los que el gobierno dio asistencia para la producción de aires acondicionados con una eficiencia mejorada del 15%. En Brasil, la iniciativa implementó un programa de recuperación y reciclaje de refrigeradores. Por último, representantes de la Unión de Trabajadores del Acero dieron a conocer la situación de las redes de gas natural en Estados Unidos que, debido al deterioro y la edad de las tuberías, dejan escapar aproximadamente 6 millones de pies cúbicos de gas. En ese sentido, Dave Foster, de la Blue Green Alliance, urgió a concentrar esfuerzos para reparar las tuberías y evitar la emisión de metano a la atmosfera, algo que al mismo generará millones de fuentes de trabajo en Estados Unidos. El evento cerró con un mensaje: tomar acciones para reducir las emisiones de metano y los HFC, y hacerlo de inmediato. Para más información consulte el documento sobre Contaminantes Climáticos de Vida Corta que AIDA, CEDHA, CEMDA y RedRacc llevaron a la COP19.

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