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Frenando la expansión del fracking en América Latina

Fracking es la abreviatura de fracturación hidráulica, un proceso usado para extraer petróleo y gas natural de reservorios históricamente inaccesibles.

El fracking ya se ha extendido en el Norte global, pero en América Latina recién comienza. Los gobiernos le están abriendo sus puertas sin entender sus impactos y riesgos, y sin consultar a las comunidades afectadas. Muchas comunidades se están organizando para prevenir o detener los impactos del fracking, los cuales afectan sus derechos humanos fundamentales. Pero en muchos casos necesitan apoyo técnico y legal.

¿Qué es exactamente el fracking y cuáles son sus impactos?

Un pozo recto es perforado en la tierra a gran profundidad. Luego la perforación da una curva y gira horizontalmente, creando un pozo en forma de L. El fluido del fracking —una mezcla de agua, químicos y arena— es bombeando dentro del pozo a muy alta presión, fracturando las capas de la roca de esquisto por encima y debajo del pozo. El gas o petróleo atrapado en la roca sube a la superficie junto con el fluido.

La sopa química —ahora contaminada también con metales pesados e incluso elementos radioactivos subterráneos— es vertida frecuentemente en estanques sin revestimiento. Puede filtrarse en acuíferos y desbordarse hacia arroyos, envenenando fuentes de agua para personas, agricultura y ganadería. El gas también puede filtrarse de la roca fracturada hacia acuíferos. Como resultado, el agua que fluye de grifos domésticos puede arder en llamas. Otros daños documentados incluyen agotamiento de suministros de agua potable (por todo el fluido), contaminación del aire por la perforación y las plataformas de bombeo, grandes emisiones de metano que agravan el calentamiento global, terremotos y daños a la salud que incluyen cáncer y defectos congénitos.


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    América Latina, unida contra el fracking
. ¿Cómo organizarnos para evitar sus impactos?

    Mientras en los países del Norte y varios de Europa el fracking se ha prohibido o suspendido, en América Latina, se expande. ¿Podemos hacer algo? La respuesta es sí. Ante la incertidumbre de sus impactos y con la necesidad de generar información y debate, organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas trabajan uniendo esfuerzos para evitar y detener los impactos negativos del fracking en el continente. A favor y en contra El fracking o fracturación hidráulica consiste en taladrar miles de metros verticalmente y luego horizontalmente bajo la tierra. Después se inyecta, a muy alta presión, un fluido compuesto de una mezcla de agua, arena y diferentes químicos contaminantes para fracturar rocas que contienen hidrocarburos (gas y petróleo) de difícil acceso y liberarlos. Entre los impactos graves e irreversibles asociados a esta técnica están el uso intensivo y la contaminación del agua, daños a la salud humana (cáncer, malformaciones, alergias y otros) y a otros seres vivos causados por los fluidos, emisión de metano que tien un potencial de calentamiento 25 veces mayor al del CO2, e incluso la generación de sismos.   Ante los riegos y la falta de información sobre los impactos, países como Francia, Bulgaria, Escocia, Holanda, Irlanda y, gobiernos subnacionales como el del Estado de Nueva York, en Estados Unidos, le han dado la espalda al fracking, prohibiéndolo o declarando la moratoria del mismo en sus territorios. Los países de América Latina, por el contrario, están dando pasos decididos para explotar hidrocarburos no convencionales a través del fracking. Lo están haciendo con poca o ninguna información sobre sus impactos, y en ausencia de procesos adecuados de información, consulta y participación de las comunidades. Algunos ejemplos evidencian dicha tendencia: México le  abrió las puertas al fracking a través de la Reforma Energética de 2013. Se conoce que en el país existen al menos 924 pozos de fracking. Argentina posee la mayor presencia de operaciones de fracking en la región, y las mayores reservas de gas de esquisto del continente. Existen más de 500 pozos de fracking en las Provincias de Neuquén, Chubut y Río Negro, incluyendo pozos perforados en Auca Mahuida, área natural protegida, y en territorios indígenasde mapuches. En Chile, en 2013, la empresa estatal ENAP perforó un pozo a través de fracking en la Isla de Tierra del Fuego y produjo gas natural. Se tienen previstas nuevas perforaciones en los próximos años. Colombia y Brasil han realizado licitaciones públicas y suscrito contratos con empresas petroleras para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales a través del fracking. La empresa estatal petrolera de Bolivia suscribió en 2013 un convenio con su par de Argentina para estudiar la potencialidad de hidrocarburos no convencionales en territorio boliviano. Unidos es mejor Con la facilitación de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), 32 organizaciones de la sociedad civil —incluida AIDA— e instituciones académicas de siete países de la región, se unieron para conformar un Grupo Regional para prevenir los impactos del fracking a través de la generación de información y debate. El grupo busca contribuir a que el derecho a la vida, la salud de las personas y un ambiente sano sean respetados en América Latina. Su estrategia consiste en priorizar las siguientes acciones: Identificar las operaciones de fracking en la región, sus impactos y comunidades afectadas. Organizar seminarios virtuales y presenciales de capacitación. Desarrollar estrategias de incidencia para detener el fracking a nivel internacional. El Grupo tiene como valor agregado la experticia de sus miembros, su visión regional y el apoyo institucional que brindará a las organizaciones de cada país. Dada su naturaleza plural, está abierto a la participación de nuevas instituciones y personas interesadas en el tema. Logros importantes Muchas organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, e instituciones de la región han desarrollado estrategias para generar información, sensibilizar a la población, promover el debate público, e incidir ante tomadores de decisiones para detener al fracking. Sus esfuerzos han resultado en: Más de 50 ordenanzas municipales que declaran la prohibición o moratoria del frackingen municipios de Argentina, Brasil y Uruguay . Muchas de ellas se han basado en la aplicación del principio de precaución; y en la preservación de las aguas superficiales y subterráneas, la salud y vida de las personas. Resoluciones judiciales que suspenden la ejecución de contratos petroleros susceptibles de realizar frackingen cuencas petroleras de Estados brasileños como Sao Paulo, Piauí, Bahía y Paraná. Jueces han ordenado además que la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil no realice nuevas licitaciones en las cuencas comprometidas hasta que los impactos ambientales y riesgos del fracking sean suficientemente conocidos en Brasil. Esas decisiones judiciales han respondido a acciones promovidas por el Ministerio Público Federal de Brasil. Publicaciones sobre los impactos del fracking, sensibilización a comunidades y un proyecto de ley apoyado por más de 60 diputados nacionales y casi 20,000 personas para prohibir el fracking en México (). Información sobre los impactos del fracking, sensibilización de la sociedad civil, y promoción del debate público en Colombia y Bolivia. Estos logros animan a profundizar la articulación y el trabajo conjunto entre organizaciones. Estamos avanzando en los esfuerzos regionales para evitar los impactos del fracking en comunidades y promover un futuro energético humano y renovable.

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    Organizaciones exigen que el fracking sea prohibido en América Latina

    En un pronunciamiento público, integrantes de la Alianza Latinoamericana Frente al Fracking se dirigen a los Estados de la región para alertarles sobre los daños graves e irreversibles en la salud humana y el ambiente que el fracking puede ocasionar, y urgirles a prohibirlo. La Paz, Bolivia. Organizaciones y alianzas nacionales que integran la Alianza Latinoamericana Frente al Fracking piden a los Estados de América Latina prohibir las actividades de fracking o fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos no convencionales por los daños graves e irreversibles que éstas pueden causar en la salud humana, así como en elementos del ambiente como las aguas superficiales y subterráneas, el aire, el suelo y el clima. Lo hacen en un pronunciamiento público que será presentado este viernes 18 en el Seminario internacional “Daños y riesgos del fracking: Herramientas para prevenirlos y detenerlos”, el cual se realizará de 8:30 a 13:00 en el Paraninfo de la Universidad Mayor de San Andrés. Las organizaciones afirman que el fracking está avanzando a ciegas en varios países de América Latina, sin que existan estudios integrales y de largo plazo sobre los riesgos y daños que puede ocasionar, ni participación de la sociedad en las decisiones sobre el uso de esta técnica. “En los países en los que se está desarrollando el fracking, las comunidades afectadas han visto vulnerados su derechos humanos fundamentales como: la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, el derecho a la participación y control social, el derecho a la información y el derecho al ambiente sano y equilibrado”, se lee en el pronunciamiento. En el continente, “el fracking ha avanzado sobre comunidades indígenas, campesinas, barrios urbanos e incluso Áreas Naturales Protegidas; esto ha ocasionado el desplazamiento de personas, así como de actividades productivas como la ganadería y agricultura, cuya convivencia con esta técnica es imposible”, expresó Felipe Gutiérrez Ríos, investigador del Observatorio Petrolero Sur de Argentina. Paralelamente, “se multiplican las denuncias y daños ocasionados por incendios, derrames, explosiones, acaparamiento de agua, contaminación de agua, aire y tierra por desechos tóxicos, pérdidas de sustancias radioactivas en los pozos, así como por el mal manejo de las aguas de retorno”, se señala en el pronunciamiento. A ello se debe añadir que “la extracción de hidrocarburos no convencionales a través del fracking es contraria a los compromisos nacionales e internacionales de nuestros países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y agrava los impactos del calentamiento global”, indicó Aroa de la Fuente, miembro de la organización mexicana Fundar Centro de Análisis e Investigación y la Alianza Mexicana contra el Fracking. La baja de los precios internacionales del petróleo ha puesto en evidencia otra de las aristas del fracking: no solo es altamente riesgoso, contaminante, e insostenible social y ambientalmente, sino también es inviable económicamente, manifiestan los miembros de la Alianza Latinoamericana Frente al Fracking. Por ello, demandan, es crucial que los gobiernos de la región asuman una política activa para detener esta técnica y destinen esfuerzos y recursos a la transición hacia una matriz energética renovable y sostenible. “El fracking ha sido prohibido o se ha declarado su moratoria en decenas de países y regiones como Francia, Bulgaria, Escocia, Holanda y en el Estado de Nueva York en Estados Unidos; también ha iniciado un vigoroso movimiento de resistencia al fracking en América Latina, lo que se ha plasmado en más de 50 municipios y comunidades que han prohibido o declarado la moratoria de la técnica en Argentina, México, Brasil y Uruguay, y en la creación de la Alianza Latinoamericana frente al Fracking”, indicó Ariel Pérez Castellón, abogado de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). En el seminario que se realizará este viernes, se abordarán las experiencias en torno al fracking de Argentina, Bolivia, México, Brasil, Francia y Estados Unidos. Se presentará además el libro Principio de Precaución: Herramienta Jurídica ante los impactos del fracking, elaborado por abogadas y abogados de AIDA. La publicación contó con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll México, Centroamérica y El Caribe. En ella se analiza la viabilidad de la aplicación del principio de precaución como vía institucional para prevenir, evitar o detener las operaciones de fractura hidráulica en América Latina. Lea aquí el pronunciamiento de la Alianza Latinoamericana frente al Fracking. Acceda en línea al informe Principio de Precaución: Herramienta Jurídica ante los impactos del fracking.

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    Fracking

    Principio de Precaución: Herramienta jurídica ante los impactos del fracking

    Este informe contribuye al análisis sobre la viabilidad de la aplicación del principio de precaución, como una vía institucional para prevenir, evitar o detener las operaciones de fractura hidráulica o fracking en América Latina. Estas medidas pueden tomar la forma de prohibiciones o moratorias, como ha ocurrido en varios Estados, provincias y municipios de América y Europa.  El fracking es una técnica que permite explotar yacimientos no convencionales de gas natural o petróleo. Gobiernos y empresas de los cinco continentes han impulsado la extracción en ese tipo de yacimientos debido a la sobrexplotación de los hidrocarburos convencionales en los últimos 150 años y al declive de las reservas mundiales de esos recursos. La explotación de los hidrocarburos no convencionales es técnicamente más difícil, tiene un costo económico elevado e implica mayores riesgos ambientales y para la salud. Promover el fracking para la extracción de hidrocarburos no convencionales es una mala decisión climática, política, social y ambiental. Profundiza la dependencia en los combustibles fósiles y malgasta los esfuerzos y recursos que deberían dirigirse al desarrollo de las energías renovables.  En ese sentido, el informe examina la viabilidad de aplicar el principio de precaución como herramienta legal para evitar o detener los riesgos o daños ocasionados por la fractura hidráulica, especialmente en países que ya iniciaron operaciones de este tipo o que tienen previsto hacerlo en los próximos años.  Lee y descarga el informe  

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