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Frenando la expansión del fracking en América Latina

Fracking es la abreviatura de fracturación hidráulica, un proceso usado para extraer petróleo y gas natural de reservorios históricamente inaccesibles.

El fracking ya se ha extendido en el Norte global, pero en América Latina recién comienza. Los gobiernos le están abriendo sus puertas sin entender sus impactos y riesgos, y sin consultar a las comunidades afectadas. Muchas comunidades se están organizando para prevenir o detener los impactos del fracking, los cuales afectan sus derechos humanos fundamentales. Pero en muchos casos necesitan apoyo técnico y legal.

¿Qué es exactamente el fracking y cuáles son sus impactos?

Un pozo recto es perforado en la tierra a gran profundidad. Luego la perforación da una curva y gira horizontalmente, creando un pozo en forma de L. El fluido del fracking —una mezcla de agua, químicos y arena— es bombeando dentro del pozo a muy alta presión, fracturando las capas de la roca de esquisto por encima y debajo del pozo. El gas o petróleo atrapado en la roca sube a la superficie junto con el fluido.

La sopa química —ahora contaminada también con metales pesados e incluso elementos radioactivos subterráneos— es vertida frecuentemente en estanques sin revestimiento. Puede filtrarse en acuíferos y desbordarse hacia arroyos, envenenando fuentes de agua para personas, agricultura y ganadería. El gas también puede filtrarse de la roca fracturada hacia acuíferos. Como resultado, el agua que fluye de grifos domésticos puede arder en llamas. Otros daños documentados incluyen agotamiento de suministros de agua potable (por todo el fluido), contaminación del aire por la perforación y las plataformas de bombeo, grandes emisiones de metano que agravan el calentamiento global, terremotos y daños a la salud que incluyen cáncer y defectos congénitos.


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    Fracking

    Celebramos que el Consejo de Estado mantenga la suspensión del fracking en Colombia

    Nos sentimos orgullosos de ser parte del litigio en el que esta decisión ocurre y esperamos que el alto tribunal siga priorizando el principio de precaución y considerando los riesgos de daños que el fracking implica para el ambiente y la salud humana. Bogotá, Colombia. En el marco de la demanda de nulidad interpuesta por la Clínica Jurídica de Interés Público de la Universidad del Norte, el Consejo de Estado se abstuvo de revertir la suspensión provisional de la reglamentación para la exploración y explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos mediante fracturación hidráulica. Ello significa que esa técnica continúa suspendida, que actualmente no es legal llevarla a cabo y que Colombia vive una moratoria al frackingpor orden judicial. Con su decisión, el Consejo de Estado, alto tribunal colombiano, desestimó la solicitud presentada por el gobierno, que buscaba levantar la suspensión vigente desde noviembre del año pasado y dar vía libre al fracking en el país. Desde AIDA celebramos la decisión adoptada por el Consejo de Estado y nos sentimos muy honrados de ser parte de este litigio. Se trata sin duda de un paso en la dirección correcta ante el alto grado de incertidumbre sobre los riesgos asociados al fracking. Entre ellos están la contaminación del aire y de fuentes de agua superficiales y subterráneas, daños a la salud humana y emisiones de metano a la atmósfera, potente gas de efecto invernadero y una de las causas principales de la crisis climática que el mundo enfrenta. En ese escenario, la urgencia de transitar hacia energías limpias es evidente. El alto tribunal concluyó que se debía aplicar el principio de precaución ya que, incluso sin certeza científica absoluta, hay pruebas mínimas de daños potenciales derivadas de una aparente deficiencia en las medidas contempladas en la reglamentación del fracking. Colombia apunta hoy a ser un ejemplo para América Latina. La suspensión provisional de la reglamentación corresponde a una medida cautelar mientras se resuelve definitivamente el caso. Es fundamental que el Consejo de Estado continúe dando prioridad al principio de precaución, teniendo en cuenta la falta de certeza plena sobre los riesgos de daños irreversibles que el fracking implica para el ambiente, el clima y para las personas. En AIDA saludamos la independencia judicial, pues es fundamental para la protección del ambiente por medio del derecho. Esperamos que el proceso judicial en curso considere apropiadamente las pruebas y argumentos presentados, incluidos los relacionados con una tarea cada vez más urgente: la lucha contra la emergencia climática. Contacto de prensa: Victor Quintanilla (México), AIDA, [email protected], +5215570522107  

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    Fracking

    Colombia da un paso correcto al suspender proyecto de fracking

    Basándose en una reciente orden judicial, la autoridad ambiental del país suspendió el trámite de un proyecto en el Magdalena Medio. La decisión representa un avance en los esfuerzos para frenar la expansión del fracking en América Latina. Bogotá. En un avance para los esfuerzos contra la expansión del fracking en América Latina, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) de Colombia suspendió el trámite de permiso ambiental de un proyecto de fracking en el Magdalena Medio. Con esta decisión, Colombia se une a la creciente lista de comunidades, municipios y regiones de América Latina y el mundo que han logrado detener el avance del fracking en sus territorios, muchos de ellos mediante el establecimiento de prohibiciones o moratorias. “La decisión de la autoridad ambiental es un ejemplo positivo para las naciones de la región y para el mundo”, dijo Astrid Puentes Riaño, Codirectora Ejecutiva de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). “Es el resultado de un movimiento cívico admirable y del uso del principio de precaución como una herramienta para proteger la salud humana y los ecosistemas, y para enfrentar la crisis climática”. La decisión, que puso freno al proyecto “APE Guane A” de la empresa Ecopetrol, tiene como fundamento la suspensión del marco regulatorio del fracking en el país, realizada en noviembre de 2018 por el Consejo de Estado. AIDA apoya la medida adoptada por el Consejo de Estado y considera que al acatar esa orden judicial la ANLA dio un paso en la dirección correcta. “Al no existir normas vigentes para regular el fracking, en Colombia tenemos una moratoria judicial que implica que no se puede implementar ningún proyecto que busque explotar yacimientos no convencionales de gas y petróleo mediante esa técnica”, explicó Juana Hofman, abogada de AIDA. “Por ello, todo trámite orientado al desarrollo de actividades de fracking debe ser suspendido”. En su decisión, la ANLA señala que “la suspensión provisional de las disposiciones antes mencionadas se traduce en que las mismas se encuentran temporalmente fuera del ordenamiento jurídico, lo que de manera consecuente trae consigo que esta Autoridad Ambiental no cuenta con normativa técnica que le permita contrastar las medidas de manejo que deben ser incluidas en el Estudio de Impacto Ambiental EIA para ser analizadas dentro del procedimiento de evaluación ambiental, y por ende, no podría determinar si es viable o no el otorgamiento de la licencia ambiental requerida para los nuevos proyectos de yacimientos no convencionales.” El proyecto suspendido contempla el uso de fracking en un complejo cenagoso localizado entre los municipios de Barrancabermeja y Puerto Wilches, en el norte de Colombia. El fracking o fracturamiento hidráulico es una técnica muy perjudicial para el agua, la calidad del aire, la salud humana y el clima. Genera emisiones de metano, un contaminante fuertemente asociado al calentamiento global. Debido a sus impactos negativos en el ambiente y en las personas, el fracking ha sido prohibido por vía judicial o legislativa en muchas comunidades, regiones y países del mundo, como Esocia, el estado de Nueva York (Estados Unidos) y la provincia de Quebec (Canadá). Los esfuerzos para frenar la expansión del fracking han asido ampliamente liderados por la ciudadanía y por preocupaciones sobre los riesgos que esa técnica implica para el clima, el ambiente y la salud pública. La Alianza Colombia Libre de Fracking se ha mantenido firme en su compromiso por detener el avance del fracking en Colombia y merece ser felicitada por este importante paso hacia adelante. AIDA llama al gobierno colombiano a continuar por el camino de la prevención, cumpliendo con sus obligaciones internacionales en materia ambiental para enfrentar la crisis climática y para proteger el agua, los territorios y a las comunidades. Por ello le instamos a que se abstenga de autorizar operaciones de fracking en el país. “El fracking es un procedimiento que nos aleja de nuestras metas climáticas, y de la ruta energética que todos los países deben seguir”, señaló Puentes Riaño. “Decisiones como la tomada son invitaciones para buscar energías renovables que son opciones deseables para nuestras comunidades y para el planeta, en Colombia y en todo el mundo”. Contactos de prensa: Carlos Lozano Acosta (Colombia), AIDA, [email protected], +57 (300) 564 0282 Juana Hofman (Colombia), AIDA, [email protected], +57 (310) 884 6715  

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    ¿Está la ONU oponiéndose finalmente al fracking?

    A nivel mundial, las posturas en torno al fracking o fracturación hidráulica están divididas, algo que es evidente en el Reino Unido, donde crecí. El Reino Unido está conformado por cuatro países. De ellos, Inglaterra es el único que aún permite el fracking. Escocia, Gales e Irlanda del Norte (junto con muchas otras naciones alrededor del mundo) han prohibido esta controversial técnica. Pese a los sismos relacionados con el frackingen zonas del país donde ese tipo hechos no ocurría —y a oleadas de protestas, controversia y campañas de rechazo—, el gobierno británico se ha negado a cambiar su postura.  Sin embargo, una reciente recomendación de Naciones Unidas al Reino Unido puede significar el comienzo del fin para el frackingen Inglaterra y, ojalá, en todo el mundo.  El frackingy Naciones Unidas Hasta hace poco, la ONU parecía tener una relación complicada con el fracking. Varios de sus organismos hicieron declaraciones contradictorias sobre los beneficios y problemas de esa forma de explotación de hidrocarburos. A comienzos de 2018, la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo lanzó un informe que, de acuerdo con uno de sus autores, “no dice que [el fracking]es bueno o malo”, sino que el análisis de costos y beneficios de cada proyecto depende de una serie de factores relacionados con el contexto específico.  El informe menciona, junto con sus desventajas, aspectos que considera positivos del fracking, llamándolo un “combustible puente” para aquellos Estados que buscan moverse hacia fuentes de energía más amigables con el ambiente. Ese argumento no es evidente porque el impacto ambiental de la fracturación hidráulica es mayor que el de la explotación de gas y petróleo convencionales. No obstante, la ONU parece haber endurecido su posición frente al frackingen los últimos meses, particularmente debido a sus impactos negativos en términos del cambio climático y en el contexto del Acuerdo de París, tratado intergubernamental por el cual las naciones se comprometieron a la adopción de medidas ambiciosas para mantener el calentamiento global por debajo de los 1.5 grados centígrados respecto de los niveles preindustriales.  Desde octubre de 2018, la ONU ha emitido dos recomendaciones contra el fracking. Exhortó al gobierno del Reino Unido a considerar una prohibición completa e integral de la técnica, e instó a que el gobierno argentino reconsidere el desarrollo de un gran proyecto de fracking.  Los peligros del fracking Aunque para sus promotores, el frackingha resultado en un aumento de la producción de gas y petróleo, sobre todo en Estados Unidos, su uso ha tenido un gran costo ambiental, especialmente para la calidad del aire y la provisión de agua, lo último debido a la cantidad de agua empleada en el proceso y a su contaminación.  Además, la fracturación hidráulica libera grandes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero cuyo potencial de calentamiento global es 86 veces mayor al del dióxido de carbono en un periodo de 20 años, de acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Asimismo, las fugas de metano pueden dañar severamente la calidad del aire que rodea los sitios donde se hace fracking. Esa técnica también incrementa los riesgos de sismos debido a la alta presión usada para fracturar el subsuelo y extraer gas y petróleo de rocas. En sus recomendaciones para el Reino Unido y Argentina, la ONU subrayó claramente los peligros del fracking. La razón fundamental para recomendar que Argentina reconsidere un megaproyecto de frackingfue “el impacto negativo [que el proyecto podría tener] en el calentamiento global y en el disfrute de derechos sociales y económicos por parte de la población mundial y de las generaciones futuras”, a la luz del Acuerdo de París. En su recomendación al Reino Unido, resaltó que las mujeres resultan “desproporcionadamente afectadas por los efectos nocivos del fracking, incluidos la exposición a químicos tóxicos y peligrosos, la contaminación ambiental y el cambio climático”. Frenando la expansión del fracking Mientras elfrackinges aplicado en ciertas zonas del mundo, y prohibido en otras, su desarrollo en América Latina está avanzando rápidamente.   Ante la creciente demanda energética a nivel mundial, es crucial que la región y la comunidad internacional en general se comprometan a desarrollar únicamente proyectos energéticos realmente sostenibles. La fracturación hidráulica no es uno de ellos.  Creo que el reciente cambio de postura de la ONU respecto del frackinges un avance positivo que debería inspirar a que Argentina y el Reino Unido actúen en consecuencia. Personalmente, espero que el Reino Unido preste atención a la creciente evidencia acerca de los daños de esta técnica y deje de emplearla de inmediato. Para América Latina y para otras regiones donde el frackingavanza a ciegas, existen muchos ejemplos de cómo afrontar esta práctica controversial. Por ello AIDA publicó recientemente un informe que resalta los argumentos y mecanismos usados alrededor del mundo para restringir el frackingy evitar sus daños en las personas y el ambiente.  Es clave que esos impactos sean adecuadamente considerados para los pasos ambiciosos que necesitamos dar hacia una matriz energética que no implique vulnerar los derechos humanos, los bienes comunes ni agravar los efectos catastróficos del cambio climático.

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