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Foto: Suzanne LivingstoneVictoria: Declaran zona restringida a refugio de tortugas baulas
En mayo del 2008, en dos fallos separados, el Gobierno de Costa Rica adoptó una postura a favor de las tortugas baulas y en contra de los intereses comerciales empeñados en construir dentro del territorio protegido de estas especies en peligro de extinción.
Las tortugas baulas —una especie contemporánea de los dinosaurios— viven en constante peligro en su hábitat costarricense. La mala planificación y la ausencia de un proceso de vigilancia terminaron por destruir las playas de anidamiento en Flamingo y Tamarindo.
Esta vez las empresas constructoras tenían sus mirada puesta en el Parque Nacional Marino las Baulas (PNMB), hábitat protegido de algunas de las playas de anidamiento de tortugas baulas, uno de los más importantes del Océano Pacífico oriental.
Se implementó una reglamentación municipal de zonificación que autorizaría la construcción dentro de una parte del PNMB. No obstante, AIDA y CEDARENA, su socio local, junto con el Leatherback Trust (Fundación de Tortugas Baulas), montaron una exitosa campaña en defensa del parque.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica anuló la reglamentación municipal de zonificación, dejando a salvo a las tortugas baulas y a sus playas de anidamiento. Este fallo vino luego de otra victoria jurídica por parte de AIDA, CEDARENA y Justicia por la Naturaleza, quienes exigimos al gobierno expropiar los terrenos privados que caían dentro de los límites del PNMB y que, de lo contrario, estarían destinados a ser patios de recreo para turistas.
La tortuga baula aún está bajo amenaza por la urbanización turística, la pesca, la caza furtiva, el robo de huevos de tortuga y la contaminación. No obstante, AIDA y sus socios han demostrado que la ley se puede utilizar para hacer cambios importantes.
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Los incontrolables incendios en Chile han dañado ya más de 500 mil hectáreas, más de tres veces el tamaño de la Ciudad de México, y la cifra va en aumento. Se trata de la peor catástrofe ambiental que ha vivido el país. Once personas han fallecido y los damnificados rondan los cuatro mil. Las llamas han afectado al menos seis de las 15 regiones de Chile. Las causas de la tragedia Mucho se ha dicho sobre las causas de estos incendios voraces. A continuación presento una recopilación que además puede ayudarnos a saber cómo evitar y controlar mejor este tipo de fuegos en el futuro. Cambio climático. Con los cambios extremos en el clima, las temperaturas se han elevado, generado sequía en la zona central del país desde hace ocho años. De ese modo, se ha cumplido la llamada regla del “30-30-30”, que facilita el escenario para un incendio perfecto: 30 grados de temperatura, 30% de humedad y vientos de 30 kilómetros por hora. El factor humano. Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), organismo encargado de combatir los incendios forestales en Chile, la gran mayoría de los incendios son causados por descuido humano. En este, existen indicios de que fueron iniciados de forma intencional. Las plantaciones forestales. Es la causa que más se ha desarrollado. Tiene que ver con las inmensas extensiones de plantaciones forestales que han ido sustituyendo al bosque nativo en las zonas centro y sur del país. Bosques heterogéneos y biodiversos han sido transformados en miles de hectáreas de una sola especie, eliminando las barreras naturales contra el fuego. Estos monocultivos, en su mayoría de pino y eucalipto, absorben muy rápido grandes cantidades de agua, con lo que secan el suelo donde crecen, evitando cualquier otra forma de vida a su alrededor. Sumado a ello, contienen elementos inflamables que contribuyen a la propagación del fuego. Legislación inadecuada. El Decreto Ley 701, dictado en 1974, buscó impulsar el desarrollo forestal mediante incentivos económicos, detonando la masificación de plantaciones forestales de pino y eucalipto en Chile. Financiando hasta el 75% de los monocultivos, el decreto benefició especialmente a quienes ya poseían grandes extensiones de tierra. Ello promovió la tala y quema de bosque nativo para sustituirlo por monocultivos de especies exóticas. Cables de alta tensión. Al pasar por encima de los bosques, estos cables generan ondas y calor. Si una rama cae sobre un cable, puede producir un incendio. La falta de prevención y preparación. Los factores mencionados arriba son conocidos. El riesgo de los incendios actuales era latente y se debió haber hecho más para prevenirlos y estar mejor preparados para enfrentarlos. Chile no cuenta con una política pública para abordar el tema. No existe una ley sobre combate de incendios y otras emergencias similares. Prevenir implica adoptar acciones que van desde regular las actividades de las empresas forestales para que implementen cortafuegos efectivos, hasta evitar la acumulación de basura en lugares donde podría haber incendios. Lo que se puede hacer Institucionalidad y planificación forestal adecuada al cambio climático. Los cambios en el clima han hecho que los incendios sean más probables de ocurrir. Por ello se deben desarrollar planes y políticas adecuadas para enfrentar situaciones como la actual, que son una amenaza latente. La planificación debe estar orientada a un paisaje forestal resiliente a un futuro que será más seco y caluroso. Fortalecer a quienes están a cargo de apagar incendios. El presupuesto que manejen, en este caso los bomberos y la CONAF, debe ser suficiente para cubrir las necesidades de capacidad humana y equipamiento. Regular para prevenir y proteger: Se deben adoptar las medidas legales necesarias para que las reforestaciones incorporen cortafuegos y zonas amplias de amortiguación alrededor de zonas sensibles (poblados, fuentes agua y áreas productivas, entre otros). Con esto se reduce el avance de incendios y se protegen la biodiversidad local y los servicios ecosistémicos. Imponer responsabilidades. Los titulares de las plantaciones forestales deben hacerse responsables de establecer cortafuegos y otros resguardos, así como de contar con planes de emergencia. Dejar de promover los monocultivos y reestablecer el bosque nativo. Al ser nefastos para el medio ambiente y la propagación de incendios, el Estado debe dejar de incentivar los monocultivos e impulsar el cultivo de especies diversas. Planificar la reforestación luego del incendio. En ese proceso se debe velar por el desarrollo local, involucrando a las comunidades y a todos los interesados. Educación y capacitación entre la población y las autoridades locales. Quienes habitan y velan por las zonas de riesgo deben saber cómo actuar en caso de emergencia y cómo prevenirla. ¿Cómo puedes TÚ ayudar ahora? La plataforma “movidos x Chile” contiene mucha información sobre cómo ayudar (donaciones, voluntariados, etc) a las personas afectadas por los incendios. Las siguientes organizaciones están recibiendo dinero para apoyar a los damnificados: Desafío Levantemos Chile (brinda información para donar desde el extranjero). Un Techo para Chile. Hogar de Cristo. Ministerio del Interior (brinda información para donar desde el extranjero). Cruz Roja (recibe donaciones en dinero y en especie). Existen también organizaciones que están ayudando a los animales afectados: Colegio Médico Veterinario de Chile (recibe donaciones en dinero y en especie). Sitio web abandonados.cl (contiene información de varias organizaciones que ofrecen ayuda a los animales afectados por los incendios). En esta página se compiló información sobre todas las organizaciones e instituciones que reciben ayuda para damnificados y animales, incluyendo lugares en todo el país donde se puede dar ayuda material.
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La Corporación Financiera Internacional, parte del Grupo del Banco Mundial, le dijo “no” al proyecto minero Angostura en el páramo de Santurbán, Colombia. ¿Qué implica esa decisión? Con ella, se da un paso importante en la protección de un sitio único y de valor incalculable. En Santurbán, las rocas se convierten en guardianes de espejos de agua que imitan al cielo. Frailejones escoltan y vigilan los vestigios de glaciares. Los cóndores posan sus ojos sobre los visitantes. Allí, el cielo está más cerca. Santurbán es un páramo, un ecosistema exclusivo de los Andes. La empresa canadiense Eco Oro Minerals fijó su mirada en el sitio porque así como es rico en agua, también lo es en minerales. La CFI había invertido en la empresa y en su proyecto Angostura. Pero, a finales de 2016, tomó la sabia decisión de retirar su inversión. Ello implicó una victoria importante en la lucha por preservar el agua de millones de personas. Pero, ¿qué es exactamente lo que se salva? ¿Qué magia tiene Santurbán que enamora? Alberto Peña Kay, fotógrafo y senderista, enlista con retratos del páramo las razones que le inspiran a cuidar este ecosistema único: Los frailejones (espeletias) son plantas endémicas que por las drásticas condiciones del clima de los páramos, se han adaptado de forma única para sobrevivir al frío, la alta radiación ultravioleta y la escasez de nutrientes. Las hojas suculentas de los frailejones absorben el agua de la neblina y la conservan en su tronco. A veces, sólo crecen un centímetro al año. “Cuando conocí este páramo y lo retraté, me di cuenta que debía seguir visitándolo. Me inspiró a seguir más con mi pasión por la fotografía”. “Muchos no lo ven así y casi siempre lo ven con ojos de ganancias por la explotación minera”. “En su máxima expresión, vemos que tiene potencial y es algo que podemos perder. Son muchas las razones para conservarlo”. ¿Por qué? “Primero, está en mi región, en el gran Santander. Segundo, su biodiversidad: allí hay íconos como el cóndor, el puma y el frailejón. Tercero, abastece de agua a más de la mitad de los nortesantandereanos y santandereanos”. “Desde que conocí el páramo de Santurbán, me di cuenta que se puede llegar más cerca del cielo”. Santurbán habla por sí mismo. ¡Salvar este trozo de cielo en la tierra, bien vale la pena!
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Hoy en día las empresas son parte de nuestra vida diaria y es muy difícil evitar estar vinculado a alguna en cierto grado. Si bien algunas empresas han contribuido al progreso mundial y a beneficiar a las personas, también es innegable que múltiples empresas son responsables de diversos impactos negativos, entre ellos graves daños al ambiente y a los derechos humanos. Actualmente, la relación entre la actividad empresarial y el respeto a los derechos de las personas es indivisible. Es por ello que la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce que las empresas tienen la obligación de respetar los derechos humanos. En 2011, el Consejo de Derechos Humanos de ese organismo internacional aprobó los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, 31 en total; luego y para promover su cumplimiento, creó un Grupo de Trabajo específico sobre el tema. Si bien los Principios Rectores deberían ser obligatorios y más estrictos para garantizar la efectiva protección de los derechos humanos y del ambiente, constituyen un referente mínimo para que las empresas cumplan con su obligación. En esta semana, en Santiago de Chile, la ONU realiza una consulta sobre cómo las empresas deberían respetar los derechos humanos. El liderazgo de América Latina ha sido clave en el desarrollo del tema. “Fueron los países de América Latina que levantaron ante las Naciones Unidas el tema del impacto de las empresas en los derechos humano”, ha resaltado el Presidente en Turno del Grupo de Trabajo. En contraste, en la región se registran los mayores impactos por parte de las empresas, incluyendo los relacionados con riesgos para las personas que defienden los derechos humanos. Para entender de forma más sencilla qué implican los Principios Rectores en la práctica, comparto una lista de 10 preguntas sencillas orientada a saber si cualquier empresa —aquella que diriges, en la que trabajas o donde comprar algún producto o servicio— respeta los derechos humanos. Preguntas Vale la pena aclarar que la siguiente lista no pretende ser una evaluación exhaustiva del cumplimiento de los Principios Rectores de la ONU, ni abarcar todas las obligaciones que las empresas tienen, sin importar su sector. Ello requiere un análisis más profundo. La intención de estas preguntas sencillas es más bien entender cómo los principios se aplican en la práctica y qué tipo de acciones están vinculadas al respeto de los derechos humanos. ¿Tiene tu empresa un plan de derechos humanos alineado con los Principios Rectores de la ONU? ¿Tu empresa trata con equidad a todas las personas? Por ejemplo, ¿contrata a las personas más calificadas sin discriminarlas por género, orientación sexual, edad, raza, nacionalidad, nivel socioeconómico o cualquier otra razón? ¿Tu empresa paga el mismo salario a hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo? ¿Hay mujeres que ocupen cargos directivos? ¿En qué porcentaje? ¿Alguna vez una mujer ha dirigido la empresa? Si tu empresa está involucrada en proyectos extractivos, de infraestructura, de turismo o similares que puedan afectar a comunidades indígenas o étnicas, ¿lleva a cabo procesos de consulta previa y de consentimiento libre, previo e informado antes de aprobar y comenzar el proyecto? ¿Sabes qué es consulta previa o consentimiento libre, previo e informado? ¿Cumple tu empresa con todas las leyes aplicables? ¿Cuenta con todos los permisos para operar, entre ellos concesiones de agua, autorizaciones de uso de suelo, licencias ambientales y otros? ¿Usa tu empresa las mejores prácticas y estándares internacionales para evitar, prevenir y manejar riesgos para el ambiente y los derechos humanos, incluso si conllevan costos mayores? Ante incidentes que hayan afectado fuentes de agua, bosques u otro entorno natural, ¿hizo tu empresa todo lo necesario para evaluar los daños y remediarlos? ¿Tiene tu empresa planes para reducir las emisiones contaminantes presentes y futuras que contribuyen al cambio climático? ¿Cuenta tu empresa con un mecanismo de quejas y compensación ante eventuales impactos a derechos humanos de personas o comunidades? En caso de tenerlo, ¿el mecanismo ha sido efectivo en la compensación de daños? De contar con un servicio externo de seguridad para proteger sus operaciones ¿tu empresa ha garantizado que ese servicio evite abusos contra las personas, incluidas aquellas que protestan pacíficamente contra algo que la empresa podría haber hecho? Tu empresa y quienes trabajan en ella, ¿exigen respeto, evitan atacar de cualquier manera y promueven la protección de las personas que denuncian acciones negativas, entre ellas periodistas, incluso si consideran que están equivocadas? Obligación moral y legal Responder a las preguntas anteriores puede ayudarnos a entender cuáles son y qué implican las obligaciones de las empresas con relación a los derechos humanos. Si la respuesta a una o más de ellas fue negativa, es muy probable que la empresa en cuestión esté violando derechos humanos e ignorando los Principios Rectores de la ONU. Sería útil que revise esos principios y, con base en ellos, elabore un plan de acción efectivo. Respetar los derechos humanos es un imperativo moral y una exigencia legal. Puede además contribuir a que un negocio disminuya costos y riesgos. Te invito a hacer el test con tu empresa y a compartir los resultados. ¡Muchas personas tenemos interés en conocerlos! Si quieres conocer más del tema, aquí puedes encontrar mayor información.
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