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Foto: Alejandro Balaguer / Fundación Albatros MediaVictoria: La Bahía de Panamá Está Legalmente Protegida
La Bahía de Panamá, uno de lo sitios de anidación y descanso de aves migratorias más importantes del mundo, está ahora permanentemente protegido, en parte gracias a la experiencia de AIDA en derecho internacional.
La bahía es sustento de especies en peligro de extinción, incluyendo jaguares y tortugas caguama, así como de la gran mayoría de la industria pesquera del país. Sus manglares costeros capturan 50 veces más contaminación por carbono que un bosque tropical del mismo tamaño. Los manglares también protegen a comunidades costeras de marejadas que crecen en intensidad a medida que el clima se calienta. Panamá ha perdido ya 75 por ciento de sus manglares.
En 2012, desarrolladores turísticos habían logrado un fallo de la Corte Suprema de Justicia que revocó la decisión de la Autoridad Nacional del Ambiente de proteger la bahía como un refugio de la vida silvestre.
AIDA trabajó con el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), una organización de derecho ambiental panameña, para defender el estatus de protección de la Bahía de Panamá. Presentamos un escrito con argumentos basados en el derecho internacional. Hicimos analogías entre la Bahía de Panamá y el Parque Marino Nacional Las Baulas en Costa Rica. En un caso legal sobre Las Baulas, un análisis equilibrado encontró que el derecho público a un ambiente sano tenía más peso que los intereses de los desarrolladores turísticos.
Luego, el 2 de febrero de 2015, con ocasión del Día Mundial de los Humedales, Panamá promulgó la ley que crea el Refugio de Vida Silvestre Humedal Bahía de Panamá. La ley enfatiza la importancia de un enfoque ecosistémico de manejo y del uso racional de los humedales, conceptos contenidos en la Convención Ramsar.
AIDA y CIAM continuarán trabajando para que la ley sea implementada adecuadamente y para asegurar la protección del Humedal Bahía de Panamá.
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Las organizaciones firmantes de la declaración lamentan que " el foro estuvo lejos de ser un espacio plural de confluencia de actores diversos. En los siete paneles que conformaron los dos días del evento, participaron 47 personas, de las cuales sólo el 10% provenían de comunidades afectadas por actividades empresariales o de ONG de derechos humanos que trabajan con ellas". Hacen "un llamado respetuoso pero enfático al Grupo de Trabajo, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a la comunidad de Estados para que en el Segundo Foro Mundial sobre Empresas y Derechos Humanos, que tendrá lugar en Ginebra entre 2 y 4 de diciembre de 2013, corrijan los problemas señalados y garanticen una participación adecuada de la sociedad civil y las organizaciones de afectados, tanto en la forma como en el contenido del evento".
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Por Haydée Rodríguez, asesora legal de AIDA Vivimos en una época de creaciones virtuales. Tenemos realidad virtual, universidades, conferencias y hasta mascotas virtuales. No es sorprendente entonces que el término “agua virtual” sea utilizado con más frecuencia. Pero ¿qué significa y qué tiene que ver con nuestro día a día? Agua virtual se define como la cantidad de agua necesaria para crear determinado producto. Esta estimación toma en cuenta el volumen de agua consumida y contaminada en las diferentes etapas del proceso de producción. Naciones Unidas estima que el requerimiento de agua diario por persona es de 2 a 4 litros. Sin embargo, se requieren de 2,000 a 5,000 litros para elaborar la comida diaria de una persona. The Virtual Water Project hizo estimaciones del agua virtual necesaria para muchos de los productos que consumimos a diario. Incluso es posible descargar una aplicación para realizar esos cálculos desde nuestros teléfonos móviles. A continuación algunos de los datos que más llaman mi atención: 15,000 litros de agua para 1 kg. de carne. 8,000 litros de agua para unos jeans. 1,000 litros de agua para 1 litro de leche. 2,500 litros de agua para un trozo de queso de 500 g. 25 litros de agua para una papa. 3,600 litros de agua para 1kg. de arroz. 109 litros de agua para una copa de vino (125 ml.). Nuestra huella hídrica El cálculo del agua virtual permite también medir nuestra huella hídrica. La huella hídrica de una persona, una actividad económica o un país es la suma del agua virtual que se utilizó para generar todos los productos y servicios. Para un país, la fórmula incluye el agua utilizada para usos domésticos e industriales internos, y el agua que se usa en otros países para producir los bienes y servicios importados y consumidos por sus habitantes. El mapa anterior muestra la huella hídrica por países a nivel mundial (puede consultar los datos de cada país aquí). Es interesante observar que países desarrollados como Canadá tienen un nivel elevado de producción e importaciones y una huella hídrica muy alta. No obstante, según el mapa de disponibilidad hídrica de Naciones Unidas, no todos esos países sufren de escasez de agua. En general, ello se debe a que productos altamente demandantes de agua son importados y no producidos localmente; generando así mayor presión en países que sufren de estrés hídrico: alta demanda de agua con poca disponibilidad del recurso por escasez o contaminación. También es posible calcular la huella hídrica de inpiduos con base en características sociales y patrones de consumo. Si quiere calcular la suya, puede ingresar sus datos en este link. Agua virtual, acciones reales Conocer el concepto de agua virtual y de huella hídrica es importante para promover una mayor información y transparencia respecto de los productos que consumimos. De ese modo, podemos cambiar nuestros hábitos, optar por productos más sostenibles y con un bajo contenido de agua virtual. Siempre podemos preguntarnos qué hay detrás de los jeans que queremos, pero que quizás no necesitamos. Ambos conceptos son además imprescindibles para diseñar cualquier estrategia orientada a la protección del agua y la disminución de impactos en los ecosistemas acuáticos. Los países deberían tomar en cuenta el agua virtual de los productos importados y exportados en los planes de manejo de recursos hídricos. Aún hay mucho que aprender en este campo. El agua virtual proveniente de acuíferos o páramos puede tener mayor valor e impacto para las poblaciones y ecosistemas asociados que aquélla proveniente de aguas superficiales. Para tener una mejor idea de la presión que ejercemos sobre el recurso hídrico deberíamos incorporar en la medición del agua virtual el valor económico de los servicios ambientales que ofrecen las diferentes fuentes. El agua virtual es una herramienta para conocer el impacto que tenemos en los recursos naturales. El agua, más allá de lo que podemos ver, está presente en todas nuestras actividades y decisiones. Actuar para proteger nuestras fuentes de agua y tomar decisiones informadas puede garantizar el derecho humano de acceso al agua de muchas personas en el mundo.
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Por Carlos Lozano, asesor legal de AIDA, @CLozanoAcosta Existe un consenso en la sociedad colombiana sobre la importancia de los páramos y la necesidad de protegerlos. En efecto, estos ecosistemas suministran agua dulce a millones de personas, albergan biodiversidad estratégica y tienen un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. La mitad de los páramos se encuentran en Colombia y proveen el 70% del agua potable del país [1]. Los medios escritos normalmente realizan un cubrimiento favorable a esa protección y existe una masa crítica de opinión que respalda esa postura. Hay avances normativos y de política pública en la materia. Sin embargo, también existen algunos desafíos como la poca implementación de esos avances, la presión antrópica persistente, la capacidad de incidencia de la industria minera y más recientemente el paro agrario nacional [2]. La normatividad nacional es clara en la protección de los páramos por medio de la prohibición de actividades mineras, entre otras. A pesar de que la Corte Constitucional declaró contraria a la carta política la reforma al Código de Minas (Ley 1382 de 2010), que incluía una disposición que prohibía expresamente la minería en páramos, hay una serie de reglas domésticas que, interpretadas en conjunto, mantienen esa prohibición. La Constitución Política de Colombia hace referencia a la protección del ambiente en general (artículos 8, 58, 79, 80, 333 y 334). La Ley del Sistema Nacional Ambiental (99 de 1993) dice que las zonas de páramos son objeto de protección especial y que el uso del agua para consumo humano es prevalente. La Corte Constitucional ha dicho que las zonas excluidas de minería no se limitan a los parques naturales (sentencia C-339 de 2002) y la Ley del Plan Nacional de Desarrollo (1450 de 2011) estipula que en los ecosistemas de páramos no se podrán adelantar actividades agropecuarias, ni de exploración o explotación de hidrocarburos y minerales, ni construcción de refinerías de hidrocarburos. La normatividad internacional vinculante para Colombia también es clara en la protección de los páramos. Los Convenios de Biodiversidad Biológica, de Humedales de Importancia Internacional Ramsar y de Cambio Climático —de los que Colombia es parte— ofrecen argumentos importantes para la protección de los páramos. Pese que el marco jurídico descrito es claro, había un debate técnico en Colombia sobre qué son y dónde están los páramos. Esa discusión fue zanjada con los resultados del esfuerzo de delimitación del Instituto Humboldt, en un principio a escala 1:100,000 y posteriormente a escala 1:25,000 en algunas zonas, conforme lo dispone la Ley del Plan Nacional de Desarrollo. El trabajo es serio y riguroso, tanto que ganó un premio a la excelencia de la Fundación Alejandro Ángel Escobar por su aporte significativo y riguroso al avance de la ciencia. La Ley del Plan Nacional de Desarrollo dispone que la delimitación debe ser adoptada mediante acto administrativo, lo que significa que se convierte en una norma de obligatorio cumplimiento. No hay argumentos jurídicos para no adoptar esa delimitación lo más antes posible. Es probable que la adopción de una delimitación estricta de los páramos genere efectos sociales y económicos. No obstante, esos efectos no sobrepasan los que traería consigo permitir actividades de alto impacto, como la minería en los páramos, en particular para la provisión de agua dulce. Además, delimitar de una forma más laxa los páramos con el fin de permitir ciertas actividades económicas, no sólo afecta estos espacios naturales sino que significaría desconocer la realidad ecosistémica de estas zonas. El curso de acción recomendado al Estado colombiano es: i) adoptar la delimitación del Instituto Humboldt, en la escala más detallada disponible, conforme a la Ley del Plan Nacional de Desarrollo; ii) realizar esfuerzos graduales y concertados con las comunidades para hacer efectivas las consecuencias de la delimitación, en lo relativo a la exclusión de ciertas actividades económicas; y iii) diseñar mecanismos para compensar los efectos de las consecuencias de la delimitación, incluyendo reconversión productiva en los casos que sea necesario. [1] INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEXANDER VON HUMBOLDT. Proyecto páramo andino. El gran libro de los páramos. p. 61. [2] Desde el mes de agosto, sectores campesinos protagonizan una movilización con alcance nacional en Colombia contra los efectos del libre comercio en la producción local de alimentos. http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-23829482 Esto ha generado una drástica caída en la popularidad del presidente Santos y sus posibilidades de reelección. Algunos analistas sostienen que el margen de gobernabilidad de la administración es mínimo y que distintos sectores, incluyendo los mineros, tienen incentivos para movilizarse y obtener fácilmente concesiones, dada la coyuntura. Esas concesiones pueden incluir la delimitación deficiente de los páramos.
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